En
un mundo que enfrenta desafíos ambientales críticos, como el cambio
climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, la forma en
que hablamos sobre el entorno tiene un impacto profundo en cómo
actuamos. La ecolingüística, como disciplina, nos invita a reflexionar
sobre los “relatos que vivimos” y a transformarlos en narrativas que
promuevan la sostenibilidad, la justicia ecológica y la conexión
profunda con la naturaleza.
¿Qué es la Ecolingüística?
La
ecolingüística examina cómo el lenguaje puede influir en nuestra
relación con el mundo natural. A través de conceptos como el encuadre,
las metáforas y la valoración, esta disciplina busca identificar
narrativas destructivas para reemplazarlas con historias que fomenten la
armonía entre las personas y el planeta.
Por ejemplo, el cambio
climático a menudo se enmarca como un "problema" con soluciones
técnicas. Sin embargo, al tratarlo como un "desafío ético" o una
"responsabilidad colectiva," el lenguaje puede inspirar a las personas a
adoptar cambios más profundos en sus valores y comportamientos.
Incluso las analogías y metáforas pueden tener una influencia muy
marcada en nuestra comprensión. Frases como "la naturaleza es un tesoro"
o "el planeta es nuestro hogar" fomentan una visión más respetuosa y
menos extractiva del mundo natural. En cambio, metáforas como "recursos
naturales" o "explotación de la tierra" perpetúan una narrativa de
dominación y uso indiscriminado.
Un Llamado a la Acción
La
Asociación Internacional de Ecolingüística de Uruguay invita a
escritores, investigadores, artistas y activistas a contribuir con artículos,
reflexiones, trabajos artísticos y estudios que exploren el papel del lenguaje en la
construcción de un futuro sostenible. Compartir historias desde una
perspectiva ecolingüística puede ayudar a reimaginar nuestra relación
con la naturaleza y a inspirar acciones concretas.
“Las
historias son el reservorio secreto de valores: cambia las historias
por las que vivimos, y cambiarás a las personas y a las naciones.” – Ben Okri